6 indicadores para medir el éxito de la transformación digital de las organizaciones
La transformación digital ya es un proceso que cualquier empresa debe llevar a cabo si no quiere arriesgarse a desaparecer. No obstante, es un gran cambio cultural que puede producir miedo y generar resistencia en los miembros de la misma. Por ello, para iniciarla es importante planificar bien y comunicar claramente qué es necesario cambiar y qué beneficios generará en cada área de la empresa. Pero, además, también es importante analizar los resultados a través de una serie de indicadores de transformación digital, ya que de este análisis dependerán las decisiones que se tomen en el futuro.
No olvidemos que la transformación digital es un proceso largo, formado por diferentes etapas o subprocesos que se pueden solapar en el tiempo, puesto que no siempre se desarrolla a la vez en todas las áreas de la empresa. Por este motivo es tan importante medir los indicadores de transformación digital, ya que son los que nos pueden indicar si el camino elegido para digitalizar la organización es el adecuado y nos está dando los resultados esperados o, por el contrario, si es necesario realizar algún ajuste o modificación en la estrategia inicial.
Sin embargo, medir el progreso de la transformación digital en el interior de una organización no es tan sencillo como evaluar, por ejemplo, datos financieros o incluso tecnológicos, ya que en este caso se trata de analizar una transformación cultural profunda de la entidad, no simplemente si las distintas soluciones escogidas se están implementando de acuerdo con la planificación. Este es el motivo por el que no existe una definición cerrada para establecer los KPI de transformación digital. Sin embargo, sí existen unas cuantas cuestiones que nos podemos plantear para evaluar este proceso.
Indicadores de transformación digital
1. Agilidad del cambio
Debemos medir si se están cumpliendo los plazos planteados para realizar los cambios previstos o si se están produciendo retrasos. En este último caso, habrá que analizar cuáles son las causas de estos retrasos (problemas técnicos, resistencias del personal…) para poder resolverlos. No olvidemos que uno de los objetivos de la transformación digital debe ser la adopción de procesos más ágiles y flexibles, por lo que el tiempo que se tarda en llevar a cabo estos procesos es una métrica fundamental para evaluar la transformación digital.
2. Integración de la estrategia digital con la estrategia general de la organización
La transformación digital debe impactar en toda la empresa con el fin último de modificar su cultura y su forma de trabajar. Por ello, no puede ser un proceso aislado. Además, esta transformación debe servir para conectar los distintos objetivos particulares de cada área o departamento y conseguir que todos trabajen alineados con la estrategia general de digitalización y puedan colaborar unos con otros más fácilmente.
3. Competencias digitales
Por más soluciones de software que se implementen, no se puede digitalizar una empresa si su personal no dispone de las competencias requeridas. Así pues, es necesario, por una parte, evaluar si los empleados necesitan algún tipo de formación o actualización para poder seguir la estrategia de digitalización marcada por la organización y, por otra, decidir si hay que incorporar a nuevo personal atendiendo a las nuevas características de la empresa.
4. Adopción y satisfacción de los trabajadores con la transformación digital
La transformación de la empresa implica necesariamente la transformación de las personas que trabajan en ella. Por ello, es fundamental comprobar si los avances que se van realizando están siendo utilizados por los trabajadores, si los nuevos procesos están resultando tan útiles como se había planificado y si están satisfechos con ellos. La digitalización de la organización es un proceso vivo que no puede considerarse concluido, por lo que el compromiso de los miembros de la entidad con la misma es fundamental.
5. Satisfacción del cliente
Se dice que toda transformación digital debe estar enfocada al cliente, a mejorar su satisfacción y su experiencia. Así pues, hay que analizar si hemos puesto a nuestros clientes en el centro de toda la estrategia y si los cambios introducidos están dando resultado.
6. Reducción de costes
El fin último de la transformación digital, como el de todo cambio que se lleve a cabo en cualquier empresa, es reducir los gastos y mejorar la productividad y la rentabilidad. Si los procesos ya digitalizados no están contribuyendo a reducir los gastos administrativos, los costes operativos y los costes de adquisición de clientes, entre otros, será necesario replantearlos.
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Edgar Reyes
Publicado 19:20h, 31 octubreExcelente