España se suma a la ola de implantación de la facturación electrónica en Europa. La Ley Crea y Crece establece la obligación de realizar este tipo de documentos digitales entre empresas y profesionales y señala los requisitos para que tenga validez. Todo eso ha llevado a que muchos negocios y autónomos tenga que adaptar su funcionamiento a este requerimiento legal. El objetivo es que este modelo quede implantado en su totalidad en 2024.
La facturación electrónica en Europa está implantada en el 100% de los países. Un 85% se hace forma obligatoria lo que indica la importancia que se le da a este formato para las relaciones empresariales. Es una herramienta que permite ahorrar tiempo y tiene un impacto medioambiental más reducido. También facilita las relaciones comerciales y favorece la transparencia fiscal
Resulta interesante saber cuál es la situación de la facturación electrónica en Europa para conocer cómo será el futuro próximo de las relaciones empresariales. A continuación vamos a realizar un análisis de cómo se usa y regula este documento digital en los países de nuestro entorno.
¿Cuál es el estado de la facturación electrónica en Europa?
La Directiva 2014/55/UE establecía la obligación del uso de este formato digital en las transacciones realizadas con la administración pública. Tras conocer las ventajas que este tipo de transacciones, muchos de los gobiernos están planteando proyectos para trasladar esta formula a la empresa privada.
Italia se presenta como el país con mayor implantación de la facturación electrónica en Europa en el sector público desde 2014 y en el sector privado desde el 2019 de manera obligatoria. Para ello cuentan con una plataforma denominada SDL. Para muchos expertos este país ha sido pionero en la implantación de este sistema y puede ser un buen ejemplo a seguir.
En Francia también es obligatorio la emisión de facturas electrónicas en las transacciones con la administración pública. También cuenta con una iniciativa bastante desarrollada para el uso de este documento digital de manera obligatoria en la empresa privada para las empresas que se han registrado en el IVA desde el 1 de julio de 2024 hasta el 1 de enero de 2026.
En Portugal, la obligación de facturación electrónica en las relaciones con la administración pública se hizo extensiva a todas las empresas del país, incluyendo las medianas y las pequeñas desde 2023. Antes solo era obligatoria para empresas con más de 250 personas, una facturación anual de más de 50 millones de euros, o un balance anual superior a 43 millones. El gobierno estableció la obligatoriedad de incluir un QR en el que se recoge información útil y lo que denomina como código ATCUD en estos documentos digitales que sirve como identificación.
En Alemania, aún no existe la obligatoriedad de facturación electrónica entre empresas pero el Ministerio Federal Alemán ha anunciado la puesta en marcha de un proyecto que podría entrar en vigor para 2025. En Bélgica se contaba con un proyecto de implantación obligatoria de factura en las relaciones B2B para 2024 que se ha visto aplazado debido a la falta de acuerdos sobre la reforma fiscal.
Rumanía es otro de los países que ha establecido la obligatoriedad de la factura electrónica también para las transacciones entre empresas privadas en enero de 2024. Cuenta con la plataforma RO E-Factura que facilita el intercambio de los documentos digitales. Polonia también ha impuesto el uso de este documento mercantil digital en las relaciones B2B para el año que viene. En el ámbito público ya era obligatorio para las administraciones públicas y voluntario para los proveedores públicos.
Otros ritmos en el uso de la factura digital
En el resto de países de Europa la obligación de realizar facturación electrónica solo se circunscribe al ámbito de las relaciones B2G siguiendo las indicaciones de la normativa europea. En países como Finlandia, el uso de la factura digital entre empresas está muy extendido a pesar de ser voluntario ya que han comprobado los beneficios de este formato.
En el caso particular de Grecia, se ha establecido por la autoridad fiscal una plataforma denominada myData que digitaliza toda la información contable y fiscal de las empresas. Se deben reportar los documentos de ingresos entre los que se incluyen las facturas. También se pueden encontrar países como Bulgaria en los que los procesos de masificación de factura electrónica aún están en vías de desarrollo.
La facturación electrónica en Europa está siguiendo distintos ritmos pero todos los países están encaminados en la misma dirección. Las ventajas de este formato son más que evidentes y pueden facilitar el trabajo de muchas empresas. Parece que en un futuro muy próximo estará aún más normalizado el uso de la factura digital.
