Durante los últimos meses, la crisis del coronavirus ha desplazado a otro gran tema que preocupa a la sociedad y que ha generado mucha polémica y ríos de tinta: hablamos de la tecnología de telefonía móvil 5G, o lo que es lo mismo, la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil, que transformará el modo en que nos conectamos a internet. Como su propio nombre indica, es la sucesora de la tecnología 4G y, aunque ya se están investigando futuras versiones posteriores, el uso comercial del 5G se está extendiendo desde mediados de 2019.
¿Qué nuevas funcionalidades añade el 5G?
En teoría, el 5G aumentará la velocidad de conexión, reducirá el tiempo de latencia o respuesta web, de modo que las conexiones se realizarán casi en tiempo real (la espera de aproximadamente 5 milisegundos será imperceptible para las personas) y hará que la cantidad de dispositivos conectados crezca de forma exponencial sin que se colapse la red.
Esto permitirá incrementar la capacidad de conexión entre dispositivos y supondrá una presencia aún mayor de internet en la vida cotidiana: se multiplicarán las posibilidades para la domótica o el uso de videojuegos y de realidad virtual y aumentada. Se revolucionará la industria tecnológica, permitiendo realizar cirugías tele asistidas, controlar robots o lanzar flotas de dispositivos autónomos (como, por ejemplo, drones de reparto o vehículos sin conductor conectados a los semáforos) y un largo etcétera. El 5G permitirá navegar a 10GBps, es decir, diez veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado que conocemos hasta el momento.
Una breve historia de las generaciones de redes móviles
Vivimos un tiempo de cambios muy vertiginosos y rápidamente olvidamos la tecnología que usábamos hace apenas unos años: atrás quedaron los móviles con tecnología 1G que tan solo permitían realizar llamadas, con el 2G empezamos a enviar los ya obsoletos SMS y con la llegada del 3G vivíamos con miedo a que nuestro terminal se conectara por error a la red, puesto que nuestras tarifas nunca incluían navegación o, si lo hacían, tenían precios prohibitivos. Por no hablar de la lentitud de conexión, que dificultaba cualquier simple consulta on-line que ahora realizamos en cuestión de segundos. Con la llegada del 4G tuvimos banda ancha y todo lo que eso conllevaba: tarifas más accesibles, reproducción de vídeos en tiempo real o streaming, realidad aumentada, etc.
¿Por qué el 5G es polémico?
Aunque los estudios realizados hasta la fecha no han encontrado pruebas de peligrosidad real para la salud por el uso de esta nueva tecnología, la OMS calificó a la tecnología inalámbrica como cancerígena a nivel 2B, una catalogación muy genérica que, entre otras, incluye sustancias cotidianas como el café. La preocupación surge por la duda de si, con la multiplicación de dispositivos, aumentarán también los niveles de radiación en el ambiente de forma exponencial.
A esta polémica hay que añadir las surgidas con algunas compañías móviles, a las que se ha acusado de colaborar con los servicios de inteligencia militares. Por ello, algunos países han tomado la determinación de prohibir a los dispositivos de esas marcas operar en sus redes 5G, con el fin de asegurar la protección de los datos de los ciudadanos. Esto es complejo porque implica cuestiones políticas y económicas que van mucho más allá del buen o mal uso de la tecnología.
Los riesgos por exposición a los campos de radiofrecuencia de telefonía móvil han sido ampliamente estudiados desde que convivimos con estas tecnologías: por ejemplo, la población se ha movilizado con frecuencia para alejar de las zonas urbanas las antenas. Pero también es cierto que circula una gran cantidad de bulos al respecto y, si atendemos únicamente a los estudios científicos existentes, parece que los beneficios que aportan estas tecnologías son superiores a los posibles riesgos que esconden.
¿Cuándo empezaremos a disfrutar de 5G en España?
A la hora de escribir estas líneas, una de las grandes compañías de telefonía españolas ya opera con 5G en versión de pruebas desde hace meses, y otra gran empresa del sector ha confirmado que va a activar su red 5G y que pretende llegar al 75% de la población antes de terminar el año. En otros países han comenzado a utilizarlo antes, por lo que están más avanzados en las diferentes fases de implementación: los pioneros empezaron en torno a abril de 2019 (en Corea del Sur, por ejemplo, ya hay más de un millón y medio de suscriptores que lo utilizan) y muchos otros países se unieron poco después, en noviembre de ese mismo año.
Aún no sabemos cuáles serán las tarifas por el uso del 5G y podemos anticipar que las compañías de telefonía móvil aprovecharán esta circunstancia para acelerar la obsolescencia de nuestros terminales: ya se están anunciando nuevos dispositivos que prometen estar perfectamente preparados para aprovechar todas las ventajas y novedades del 5G.
Cómo afectará el 5G a la gestión documental
Desde GDX Group nos hemos cuestionado cómo va a afectar la irrupción de esta nueva tecnología en nuestro ámbito de trabajo. La mejora en la rapidez de conexión mejorará la descarga de documentación, la recepción de notificaciones y la interacción en flujos de trabajo en tiempo real y agilizará la conexión con las aplicaciones móviles que proporcionan los sistemas profesionales de gestión documental, como DocuWare.
Asimismo, se mejorará el tiempo de subida cuando se realice una carga de documentación desde el smartphone al gestor documental, puesto que en muchas empresas utilizan estos dispositivos como escáner, como vía para archivar la documentación recibida por correo electrónico, o la generada en el mismo terminal, etc. Previsiblemente, pronto empezaremos a disfrutar de las ventajas que el 5G nos ofrece: por ahora, aún necesitamos una perspectiva mínima que nos permita evaluar sus pros y contras.