La factura electrónica ya no es solo una promesa del futuro. Con la entrada en producción de los servicios de Verifactu, comienza una nueva etapa para empresas y autónomos en España. Desde este mes, la Agencia Tributaria ha activado el entorno de producción, marcando el inicio oficial del cambio hacia un modelo más digital, transparente y automatizado de gestión fiscal.

Este paso forma parte de una transición que culminará en julio de 2026, cuando la emisión de facturas electrónicas será obligatoria para gran parte del tejido empresarial del país. Las empresas deberán enviar sus facturas en tiempo real a la Agencia Tributaria, una medida que se enmarca dentro de la Ley Antifraude y se ve reforzada por la Ley Crea y Crece, pensada para acelerar la digitalización de los pequeños negocios.

Verifactu y el nuevo escenario digital

La activación de los servicios de Verifactu representa un cambio profundo en la forma en que empresas y profesionales autónomos gestionan sus obligaciones fiscales. La Agencia Tributaria ha habilitado tanto un entorno de pruebas como uno en producción para que las empresas, especialmente los proveedores de software, puedan adaptar sus sistemas y anticiparse a la obligatoriedad legal que se avecina.

Este sistema permitirá enviar las facturas electrónicas directamente a Hacienda en el momento de su generación. El objetivo no es solo agilizar procesos, sino también aumentar la trazabilidad y reducir al mínimo el margen de fraude. De esta forma, las autoridades fiscales podrán contar con información casi en tiempo real de las operaciones económicas, mejorando los mecanismos de control y supervisión tributaria.

¿A quién afecta Verifactu primero?

Aunque la normativa se aplicará progresivamente, ya existen fechas clave. La implantación del sistema Verifactu exige que diferentes actores adapten sus sistemas informáticos en plazos específicos.

Las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades deberán estar preparadas a partir del 1 de enero de 2026. Por su parte, los autónomos y demás personas físicas contarán con un margen mayor, hasta el 1 de julio de 2026.

En cuanto a los proveedores de software de facturación, tienen como fecha límite el 29 de julio de 2025 para ofrecer soluciones compatibles con Verifactu.

Esta transición busca reforzar la transparencia y el control tributario, por lo que es fundamental anticiparse y cumplir con los plazos establecidos por la normativa.

Aun así, todas las empresas están llamadas a prepararse cuanto antes. El entorno de pruebas ya activo permite validar el funcionamiento de los sistemas, revisar flujos de datos, corregir errores y garantizar que, llegado el momento, todo funcione correctamente. Adaptarse con antelación puede ser una ventaja competitiva.

El reto para las pymes: ¿están preparadas?

A pesar de que el sistema Verifactu ya está en marcha, la realidad es que muchas pequeñas y medianas empresas todavía no han dado el salto necesario. Según el Informe Emprende, elaborado por Holded en colaboración con Visma y Kantar, solo el 7% de las pymes españolas se encuentran listas para enfrentar esta transformación.

Este dato es especialmente preocupante considerando que, aunque la obligación no será inmediata para todas, el cambio es inminente y generalizado. Además, el mismo estudio refleja que tan solo el 59,1% de las empresas utiliza algún tipo de software para la gestión de la facturación, y solo el 22% opera en entornos en la nube, lo que demuestra que la adopción de herramientas modernas aún es baja si se compara con otros países europeos.

¿Qué sigue utilizando la mayoría?

A día de hoy, muchas pymes aún confían en hojas de cálculo o incluso métodos tradicionales como el papel y el bolígrafo para llevar sus cuentas. Este tipo de prácticas, aunque familiares, suponen un riesgo en términos de eficiencia, seguridad y cumplimiento legal. La entrada de Verifactu obliga a replantear estas metodologías y dar el paso hacia herramientas de gestión adaptadas a los nuevos tiempos.

Ventajas de la factura electrónica y del software en la nube

Más allá de cumplir con la ley, dar el salto a la factura electrónica trae beneficios concretos. Una de las grandes ventajas es el ahorro de tiempo. El 54% de las empresas que ya emplean software para la facturación han percibido una reducción significativa en las horas dedicadas a tareas administrativas. De ese porcentaje, un 30% considera que el ahorro ha sido moderado, mientras que un 24,1% lo describe como notable.

La automatización permite también reducir errores humanos, mejorar la organización interna, agilizar cobros y pagos, y mantener una trazabilidad clara y segura de las operaciones. Todo esto repercute positivamente en la productividad y facilita el cumplimiento normativo sin sobresaltos.

Digitalización como oportunidad

En lugar de ver este cambio como una carga, es importante entenderlo como una oportunidad de modernización. Verifactu puede convertirse en el impulso que muchas pymes necesitaban para dar el salto a herramientas digitales más eficaces. Adaptarse ahora permite familiarizarse con el sistema, capacitar al equipo y elegir el software que mejor se adecúe a las necesidades del negocio.

No se trata solo de evitar sanciones o cumplir con la Agencia Tributaria, sino de aprovechar la tecnología para hacer que los procesos internos sean más fluidos, rápidos y transparentes.

¿Qué debes hacer ahora?

Si tu empresa aún no ha comenzado el proceso de adaptación, este es el momento de actuar. Desde GDX Gorup ayudamos cada día a más empresas a que se adapten a la facturación electrónica.

También es recomendable que, si tienes un equipo, lo formes en estos cambios para que puedan implementar la factura electrónica con seguridad y soltura cuando llegue el momento. Además, utiliza el entorno de pruebas ofrecido por la Agencia Tributaria para simular el proceso de envío de facturas y resolver dudas técnicas antes de que sea obligatorio.

No esperes al último momento. Cuanto antes adoptes las nuevas herramientas, antes empezarás a disfrutar de sus ventajas. Aprovecha esta etapa de transición como una oportunidad para ganar agilidad, reducir el papeleo y optimizar tus recursos.