Llevamos años oyendo hablar de transformación digital, pero ¿cuál es realmente la situación de las organizaciones?
La consultora Altimeter ha publicado recientemente el informe “The 2017 State of Digital Transformation” elaborado por el analista Brian Solis. Esta es la tercera edición de este estudio sobre transformación digital que revela cómo, por qué y en qué aspectos están las empresas desarrollando sus estrategias digitales.
De este estudio se desprende que cada vez más empresas están invirtiendo en estrategias innovadoras para descubrir nuevas oportunidades. Sin embargo, todavía hay muchas que ignoran o menosprecian los cambios en los comportamientos de los compradores. A pesar de que es evidente que millones de personas en todo el mundo usan smartphones y otros dispositivos digitales para comunicarse, comprar y vender, aprender y entretenerse, la gran mayoría de las compañías todavía no han hecho las inversiones necesarias para ser digitalmente competitivas.
Otra de las conclusiones que se extraen de la encuesta es que muchas compañías creen que su nivel de transformación digital es más avanzado de lo que realmente es. Esto es así porque consideran que la clave está en invertir en tecnología, olvidando que la transformación digital implica también cambios en el modelo de gestión.
Aunque el informe analiza múltiples variables, nos gustaría destacar en primer lugar cuáles son, según las empresas encuestadas, las principales barreras para la transformación digital. Como podemos ver en el gráfico, se trata de barreras internas: la falta de formación de los empleados y de liderazgo interno (31,4%), la visión de la transformación digital como un coste y no como una inversión a largo plazo (30,9%), la cultura de la compañía (30,5%) y la falta de presupuesto (30,5%) y de recursos (30,1%).
En segundo lugar, nos gustaría destacar cuáles han resultado ser para las empresas los principales impulsores de la transformación digital. En este caso, se trata de factores externos: la necesidad de adaptarse a las expectativas de los clientes y empleados (64,6%), el incremento de la presión competitiva (54,2%), la búsqueda de oportunidades en nuevos mercados (46%) y la inversión proactiva para liderar la disrupción (36,9%). Un dato curioso es que a pesar de que la mayoría de organizaciones señalan a clientes y empleados como el principal motivo para digitalizarse, solo un 39% de ellas ha dedicado esfuerzos a conocer cuál es exactamente la experiencia del cliente, respecto al 54% que respondían haber investigado en este sentido el año anterior.
En tercer lugar, ¿en qué consisten las iniciativas en transformación digital que están llevando a cabo las empresas? Casi la mitad (46,6%) señala que sus actividades consisten en integrar todos los esfuerzos e inversiones para conseguir una experiencia del cliente intuitiva y eficaz en todos los canales. Un porcentaje muy similar (46,4 %) indica que dirigen sus esfuerzos a conseguir un e-commerce más eficiente en todos los soportes y a modernizar procesos, mientras que un 43 % señala también que invierten en modernizar la infraestructura IT y en tecnologías más ágiles, flexibles, manejables y seguras.
Respecto al departamento que está haciéndose responsable de la transformación digital en cada organización, la iniciativa se reparte entre el departamento de IT con un 33,7% de las respuestas, y el de Marketing y/o Digital, con un 30,1%, seguidos del de Innovación, con un 13,6% de los encuestados.
Por último, ¿cómo están organizando internamente las compañías la inversión en estos aspectos? Un 55,9% responde que la empresa dispone de un laboratorio de innovación propio con recursos dedicados; un 52,7%, que la empresa está innovando internamente por orden de la directiva; un 37,5% señala que la empresa ha visitado puntos de innovación líderes en tecnología, y un 19,7%, indica que su empresa invierte en fondos y startups y/o han adquirido startups que pueden ayudarles a innovar. Por último, un 6,6% responde que existe un equipo a nivel informal dentro de la organización explorando oportunidades de innovación, mientras que solo un 1,1% expone que el responsable de la innovación no tiene conocimiento de que se hayan realizado inversiones en este aspecto.
La transformación digital es mucho más que invertir en tecnologías digitales y adaptarse a la economía digital. Representa una oportunidad para las compañías para modernizar el negocio y los modelos operacionales para mantener la competitividad. No existe un único camino, pero sí hay una característica común: las empresas más avanzadas digitalmente han priorizado tanto la experiencia del empleado como la del cliente.
Todas las industrias se enfrentan a esta disrupción. El darwinismo digital favorece a quienes se adaptan. Este hecho convierte la transformación digital en una oportunidad clave y una amenaza a la vez. El cambio requiere una visión amplia e innovación, no solo para adaptarse, sino también para establecer nuevas propuestas de valor y ventajas competitivas en una economía dinámica.