Altimeter analiza el estado de la transformación digital en 2018
Recientemente la consultora Altimeter ha publicado la quinta edición del estudio “State of Digital Transformation 2018-2019”, cuyo objetivo es mostrar los cambios y las tendencias que están dando forma a la transformación digital en la actualidad. Para realizar este estudio se ha entrevistado a más de 500 profesionales de empresas, firmas de consultoría y otras organizaciones con más de 1.000 empleados en Norteamérica, Europa y China. A continuación, analizamos las principales conclusiones del estudio.
Áreas de interés
Aunque los esfuerzos para la transformación digital se han realizado tradicionalmente desde el departamento de IT, lo cierto es que todos los departamentos de la organización necesitan transformarse para competir en una economía digital en constante evolución. Hoy la transformación digital continúa focalizada en IT (el 62% de las compañías responden que están centrando sus esfuerzos en este área), sin embargo, el estudio muestra que este esfuerzo se está expandiendo también a otros departamentos.
De hecho, la transformación digital se está extendiendo más allá de sus orígenes para cambiar los negocios holísticamente: el 85% de las empresas encuestadas indican que sus esfuerzos en transformación digital se han expandido más allá de IT, alcanzando iniciativas de otros departamentos. Esto es prometedor ya que significa que un buen número de compañías está avanzando en transformación digital. Al contrario de lo que sucedía en años anteriores, en este último informe queda claro que la transformación digital está madurando y pasando a ser una modernización global del negocio.
Impulsores clave
A lo largo de los años, los esfuerzos de los promotores de la transformación digital se han centrado dos áreas: modernizar las tecnologías de la empresa y mejorar las experiencias del cliente. Pero como ya hemos comentado que la transformación digital afecta a la empresa holísticamente, la comprensión de la evolución de los comportamientos y las preferencias de los clientes se ha colado en el segundo lugar en la lista de los impulsores de la transformación digital (disminuyendo un 29% desde el año pasado). Por su parte, la exploración de oportunidades en nuevos mercados encabeza la lista con más de la mitad de las compañías señalándolo como el impulsor principal (51%).
El tercer impulsor es la creciente presión competitiva (41%). Aunque disminuye un 24% desde el año pasado, muestra que, a medida que la transformación digital se va convirtiendo en algo más habitual, el nivel de exigencia va subiendo. Los consumidores dan por hecha la digitalización, así que tanto la mejora de la experiencia del cliente como la del empleado ganarán importancia como diferenciadores competitivos.
Sin embargo, el cambio más importante ha sido el aumento de un 102% desde el año pasado, de los estándares de regulación y cumplimiento como impulsores de la transformación digital (38%). Esto está claramente motivado por nuevas regulaciones como el GDPR y por la frecuente publicidad de los escándalos sobre datos personales.
Mejora del compromiso del empleado
En 2017, el estudio incorporó preguntas sobre el compromiso del empleado. Tanto si se trata de clientes como de empleados, la transformación digital gira en torno a la tecnología y las personas. Así pues, los sistemas, los procesos y las políticas de trabajo se deben modernizar y adaptar a los cambios constantes del mercado. Además, cuando se trata de los empleados, comprometerlos, formarlos y retenerlos es algo fundamental para mantenerse competitivo.
De hecho, el 48% de las compañías indica que crear una cultura de empoderamiento e innovación es una de sus prioridades para transformar digitalmente la relación con los empleados, lo que supone un aumento del 65% desde el año pasado.
Principales obstáculos
El principal obstáculo reportado por los ejecutivos para el impulso de la transformación digital es la falta de ROI para justificar el valor de la transformación digital (29%). El porcentaje de ejecutivos que citan éste como su principal desafío subió un 159% desde el año pasado. Con un 28%, el segundo desafío citado es el presupuesto y la percepción de que la transformación digital es un coste y no una inversión para mejorar el desempeño y hacer crecer la empresa.
Estos dos obstáculos están entrelazados. Parece que muchos ejecutivos, juntas y accionistas están “desfasados” y desconocen la evolución del mercado respecto a la transformación digital y la innovación. A menudo perciben la transformación digital como un recurso que disminuye el valor de las acciones y el rendimiento trimestral, cuando la realidad es que se trata de una inversión tanto a corto como a largo plazo en competitividad y creación de valor.
El tercer obstáculo señalado por las compañías encuestadas es la resistencia al cambio y las dinámicas laborales, entre ellas sabotajes, egos y miedos (26%), que suben desde el sexto puesto ocupado en 2017. Este movimiento indica que, a medida que la transformación digital sale de los departamentos de IT y marketing, hay una mayor necesidad de liderazgo y recursos humanos para unir y comprometer a la plantilla en torno a estas cuestiones.
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