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Mujeres y tecnología: una presencia cada vez mayor

La presencia de las mujeres en el sector de la tecnología, aunque ha avanzado mucho en los últimos años, sigue siendo muy escasa. Según un estudio del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI), llevado a cabo en colaboración con el Instituto de la Mujer, el porcentaje de mujeres en el sector TIC es, actualmente, del 23%. El motivo de esta presencia tan escasa parece estar ligado a la reducida presencia de mujeres en carreras tecnológicas. Aunque el porcentaje de mujeres universitarias supera el 50%, cuando hablamos de tecnología, cae hasta el 12%, tal y como indica el estudio Empleo IT y mujer: 10 profesiones con futuro.

Esta escasez de mujeres en el sector de la tecnología es importante porque esto se traduce en otras desigualdades más importantes. Por una parte, se trata de un sector fundamental y en clara expansión. Así, las posibilidades de las mujeres de participar en el desarrollo tecnológico de la sociedad se ven mermadas, dejando este papel clave casi totalmente en manos de los hombres. Y, por otra, influye directamente en el poder adquisitivo de las mujeres, puesto que en este sector se encuentran actualmente algunos de los puestos mejor remunerados, contribuyendo así a la brecha salarial.

¿Por qué hay tan pocas mujeres en el sector de la tecnología?

Uno de los motivos que apuntan los expertos para esta escasez de perfiles tecnológicos entre las mujeres es la falta de referentes para las niñas. Como la mayoría de personas dedicadas al sector TIC son hombres, las niñas y las jóvenes no perciben ese tipo de trabajos como una posibilidad para ellas. Por ello, es importante visibilizar referentes femeninos en el mundo de la tecnología. A continuación, vamos a destacar algunos perfiles de mujeres que hicieron historia en el sector.

Algunas mujeres pioneras de la tecnología

Ada Lovelace (Londres, 1815 – 1852)

La única hija legítima del poeta Lord Byron fue educada por su madre orientada a la ciencia, pues no quería que esta reprodujera los ideales románticos de su padre. Así, Lovelace se centró sobre todo en las matemáticas y en la computación y se formó, entre otros, con Charles Babbage.

La revista Scientific Memoirs le pidió que tradujera un artículo escrito en francés sobre la máquina analítica de Babbage. Lovelace acompañó su traducción de unas extensas notas con observaciones propias, que terminaron siendo más famosas que la propia traducción. En estas notas se encuentran algunos conceptos que hacen de ella una visionaria, puesto que supo ver que la máquina analítica no tenía por qué limitarse al cálculo matemático, sino que podría procesar cualquier cosa que pudiera expresarse mediante símbolos, como la palabra o la música. Además, también se adelantó al funcionamiento de lo que hoy se conoce como algoritmo matemático. Por ello, se la considera como la primera programadora de la historia.

Hedwig Eva Maria Kiesler, conocida como Hedy Lamarr (Viena, 1914 – Florida, 2000)

Aunque su fama como actriz eclipsó sus otras facetas, fue también ingeniera de telecomunicaciones e inventora. Tras su primera película, Éxtasis, fue obligada a casarse con un magnate de la industria armamentística vinculado a Hitler y Mussolini. Durante esta relación infeliz, tuvo tiempo de retomar su carrera de ingeniería y se familiarizó con las características de la última tecnología armamentística nazi. Cuando por fin pudo escapar de este matrimonio, guardando un profundo rencor hacia los nazis, comenzó su carrera en Hollywood en el contexto de un mundo en guerra.

Pero Hedy no estaba satisfecha y deseaba aportar también sus conocimientos técnicos para mejorar las oportunidades de los ejércitos aliados. Así, detectó que uno de los puntos débiles eran las comunicaciones por radio, ya que eran vulnerables y podían ser interceptadas o localizadas. Para resolverlo ideó un sistema que transmitía los mensajes fraccionándolos en pequeñas partes. Esots fragmentos se transmitiría secuencialmente cambiando de frecuencia cada vez, siguiendo un patrón pseudoaleatorio. De esta manera, era casi imposible recomponer el mensaje si no se conocía el código de cambio de canales.

En su momento, la idea era complicada de llevar a la práctica, pero dos décadas después empezó a utilizarse durante la crisis de los misiles de Cuba (1962) y también en la guerra de Vietnam. En la actualidad, muchos sistemas orientados a voz y datos, tanto civiles como militares, emplean sistemas de espectro ensanchado. Entre ellos, todas las tecnologías inalámbricas de que disponemos en la actualidad, tanto la telefonía de tercera generación como el WiFi o el BlueTooth.

Evelyn Berezin (Nueva York, 1925 – 2018)

Evelyn Berezin es una ingeniera informática estadounidense. Su intención inicial era licenciarse en Empresariales, pero la Bolsa de Nueva York rechazó su candidatura porque “el lenguaje del parqué no estaba hecho para los oídos de una mujer”. Finalmente, se licenció en Física y encontró trabajo en el mundo de los ordenadores. Se trataba de una época en que esta tecnología empezaba a despegar y hacían falta personas capaces de programar las computadoras.

Estuvo trabajando durante casi dos décadas en el diseño de lógica, con la aspiración de llegar a ser vicepresidenta de una compañía. Sin embargo, en aquel momento, era una meta muy difícil de alcanzar para una mujer, por lo que finalmente creó su propia empresa, Redactron, en 1969. Su intención era crear una herramienta que revolucionase el entorno de trabajo a nivel de procesamiento de textos. Dos años después, nacía el Data Secretary, un dispositivo que facilitaba la producción de documentos, permitiendo editar, borrar, cortar y pegar texto y liberando al personal de la tarea de reescribir páginas y que es el germen de los actuales procesadores de texto. También desarrolló el primer sistema de reservas de billetes de líneas aéreas para United Airlines.

Christine Darden (Monroe, Carolina del Norte, 1942)

Enamorada de las matemáticas, Darden decidió orientar su formación universitaria hacia la física y recibió clases de matemáticas avanzadas en la Universidad de Virginia. Terminados sus estudios, en 1967 la Nasa le ofreció un trabajo para formar parte del grupo de procesamiento de datos, encargado de escribir programas complejos para los ingenieros. Pero ella no quería solo procesar datos, quería crearlos: conocer su origen y saber a dónde se dirigían. Así, se dirigió a su superior y le planteó por qué las mujeres no tenían posibilidad de ascender hasta el departamento de ingenieros. Y lo consiguió, teniendo que enfrentarse no solo al machismo sino también a la segregación racial. Su principal aportación ha sido la creación de un programa relacionado con la explosión sónica, cuestión en la que es una experta de referencia mundial.

Ha habido muchas más mujeres en el sector de la tecnología a lo largo de la Historia que han posibilitado que disfrutemos de tantos avances tecnológicos en la actualidad. Pero era imposible recoger a todas en un breve artículo. En GDX también contamos con unas grandes profesionales expertas en tecnología dentro de nuestra plantilla. Ponte en contacto con nosotros y tras el estudio de tu caso te propondremos la mejor solución para dar el paso hacia la transformación digital.

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