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¿Qué validez legal tiene la firma biométrica?

Cada vez más empresas utilizan la firma biométrica, una tecnología que te identifica en función de los rasgos físicos de tu escritura para una mayor seguridad en el acceso. A continuación te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre los sistemas biométricos aplicados a la validación de documentos y también te mostraremos por qué se está incrementando el número de iniciativas y organismos que usan este recurso.

Y es que, si lo piensas, tomas precauciones básicas de seguridad todos los días: utilizas una clave para iniciar sesión en tu ordenador, para acceder a tu correo electrónico, a tus cuentas en diferentes servicios como banca electrónica o televisión en streaming… ¿Nunca has extraviado los códigos de acceso a alguno de ellos? Pues bien, la biometría permite usar características físicas, como tus rasgos faciales, huellas digitales, iris o venas o, incluso, características del comportamiento, como tu voz, tu respiración o tu ritmo de escritura, como claves. Estos sistemas están diseñados específicamente para el análisis de una variable determinada, traduciéndola a un código o gráfico.

¿Qué es la firma biométrica? ¿Cómo y para qué se utiliza?

Este tipo de firma es una novedad asociada a la digitalización que, gracias a dispositivos electrónicos y a un potente software de análisis, permite captar ciertos rasgos corporales y establece un vínculo con el usuario. Existen varios métodos de identificación, como pueden ser tu forma de escribir, la presión que ejerces a la hora de firmar o las inflexiones propias de tus trazos.

Su principal ventaja dentro del campo empresarial es que te permite evitar la firma de personas no autorizadas y simplifica así la validación de documentos, salvaguardando la identidad del firmante y aportando total seguridad al proceso. Dentro del campo operativo, esta firma facilita la validación de documentos electrónicos; por tanto, agiliza el desarrollo de las tareas basadas en la gestión documental. Una mayor velocidad en la revisión de esta clase de requisitos también favorece la experiencia de los clientes, que pueden hacer valer su identidad de una forma más sencilla e intuitiva.

Comercialmente, genera una imagen de marca moderna y atractiva, ya que la inclusión de esta tecnología en las empresas, aunque va en aumento, es bastante reciente, algo que los clientes no pasan por alto y que puede dar cuenta de una voluntad innovadora con respecto a la competencia.

Finalmente, si la comparamos con la firma digital, sus principales diferencias se centran fundamentalmente en el plano legal y son algo complejas. Por eso, te las explicamos a continuación.

La validez legal de la firma biométrica

Según la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, este recurso de identificación puede utilizarse para validar cualquier tipo de documento. Tal y como señala el BOE, es un tipo de firma electrónica que aporta un mayor grado de autenticidad y seguridad en el proceso de constatación documental. La firma electrónica avanzada, que es la fórmula legal para definir a esta firma, nos da la opción de identificarnos como firmantes legítimos de un documento. Se vincula con el usuario, y sus datos, bajo su control exclusivo, son el medio básico que garantiza la conciliación entre la firma y la identidad del firmante.

En caso de no disponer de un certificado de firma electrónica, es posible validar cualquier documento gracias a soluciones de firma biométrica digital como la que ofrecemos en GDX Group. Para completar el proceso bastará con firmar en cualquier dispositivo táctil autorizado por el software empleado o utilizar un panel específico para el registro de las firmas. La tecnología en este aspecto permite, a partir de las particularidades de tus trazos, identificarte con total precisión, como si de una huella dactilar se tratase. Cabe destacar que el tratamiento de la información asociada incluye un cifrado, para una mayor protección de tus datos personales.

Esta clase de verificación documental tiene una validez absoluta desde el punto de vista legal. La codificación se realiza siguiendo la norma ISO /IEC 19794-7 y se integra en un sistema de análisis que permitirá comparar las firmas en caso de que sea necesario establecer, pericialmente, la identidad de un usuario a partir de sus rasgos caligráficos. Muchos sectores se están beneficiando ya de esta clase de soluciones, especialmente en la gestión de usuarios que no cuentan con un certificado de firma electrónica. En tales casos, se convierte en el método de corroboración principal a la hora de completar tareas de autentificación con rigor y conforme a las legislaciones española y europea vigentes.

En suma, la firma biométrica se está convirtiendo, poco a poco, en un recurso imprescindible para muchas organizaciones. Dentro de la transformación digital de la empresa, se trata de una de las novedades más excitantes y funcionales del panorama actual, y su constante proceso de mejora nos permite ofrecer una mayor seguridad a medida que el sistema se perfecciona.

¿Necesitas implantar la firma digital en tu empresa? En GDX Group disponemos de todos los sistemas: firma biométrica, firma centralizada y firma remota. Ponte en contacto con nosotros y nuestros consultores te aconsejarán la solución más adecuada a tus necesidades.

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