La nueva realidad económica actual está propiciando un cambio cada vez más rápido y añadiendo todavía más presión a las organizaciones para hacer más con menos. Los antiguos modelos operativos están siendo desacreditados a medida que las organizaciones utilizan la tecnología digital para trabajar de forma más rápida y eficiente. No hay vuelta atrás en este proceso de adaptación al trabajo digital. El problema es que gran parte de la fuerza de trabajo cualificado no está desarrollando todo su potencial, a causa de la incapacidad de utilizar las ventajas de la tecnología para cumplir las demandas de optimización del negocio.
Esta circunstancia se da en las oficinas de muchas empresas en todo el mundo: las personas todavía tienen que trabajar con diferentes aplicaciones, sistemas y procesos como “mediadores humanos”. También deben realizar actividades que no se adecúan a sus capacidades, que son altamente estresantes, donde el desempeño lento o los errores son dañinos y costosos, o actividades que requieren altos niveles de concentración y repetición y que son casi imposibles de realizar bien de manera constante. Estos son es los verdaderos enemigos del rendimiento y la efectividad.
Según un informe sobre el impacto de la fuerza de trabajo digital en los negocios elaborado por Blue Prism, que encuestó a 6.700 trabajadores cualificados y responsables de IT, las organizaciones se están esforzando en optimizar sus cargas de trabajo para satisfacer las demandas de los clientes, pero dedican demasiado tiempo a tareas administrativas.
Reelaboración digital del trabajo
El estudio también revela una relación directa entre la productividad global y la agilidad del negocio y la automatización mediante una fuerza de trabajo digital. De hecho, un 81 % de los encuestados cree que será esencial para que los negocios sigan siendo competitivos en los próximos 5 años.
Esta fuerza de trabajo digital intenta ser lo más cercana posible al trabajador humano, aprendiendo y operando como él. Su punto fuerte es el desarrollo de actividades complejas de procesos de negocio, en cualquier sector industrial, con total integridad, más rápido, sin errores y con disponibilidad 24/7. Los robots no solo desempeñan cualquier proceso de negocio repetitivo y predecible, sino también actividades complejas y estresantes que requieren esfuerzo a los humanos, desde cheques de compensación de pagos o diagnósticos sofisticados para detener el blanqueo de capitales, hasta la detección signos tempranos de diabetes en un escáner de retina.
Aunque esta tecnología todavía tiene que desarrollarse mucho más, el 84 % de los trabajadores encuestados está de acuerdo en que los robots están teniendo un impacto positivo en sus organizaciones. Sus equipos trabajan mejor centrándose en roles más estratégicos, mejorando la precisión, ahorrando tiempo y costes. Disfrutan de más flexibilidad en el trabajo, de una mayor calidad del servicio y de una expansión más rápida de los servicios.
Los robots pueden leer diferentes pantallas, planos o fuentes, priorizando cargas de trabajo. También pueden procesar datos semi-estructurados y desestructurados desde cualquier fuente, comprobando la calidad de los mismos, detectando errores y pasando las excepciones a los humanos. Así, las personas pueden dedicarse a gestionar actividades más estratégicas y de mayor valor.
La pandemia nos ha enseñado, precisamente, que el valor del trabajo humano está en las tareas premium. Durante las primeras semanas de confinamiento, piensa en cuánta gente estaba desesperada por interactuar con un humano, mientras eran atendidos por locuciones automatizadas. En los últimos años se ha forzado a la gente a ser como máquinas, a encajar en roles fijados y rígidos. Sin embargo, ahora estamos liberando a las personas, gracias a la automatización inteligente, para que actúen como agentes creativos, pensantes y empáticos.
Miedo al trabajo digital
El tópico dice que todos los trabajos serán desempeñados por robots y que no quedará nada que hacer para los humanos, pero la realidad es que el miedo a la automatización está disminuyendo, mientras crece la confianza en la robotización. De hecho, los trabajadores cualificados se sienten cada vez más cómodos con la automatización inteligente: solo un 33 % se preocupa sobre la posible pérdida de trabajo relacionada con el trabajo digital en los próximos tres años. Más de la mitad de los trabajadores cualificados creen que creará nuevas oportunidades, mientras que muchos decisores creen que sus empleados estarían cómodos trabajando junto a una fuerza de trabajo digital y la mayoría, incluso, confiaría en ellos para dirigir empleados.
Conclusión
En un futuro próximo, las organizaciones van a evolucionar y remodelarse hasta alcanzar la siguiente proporción: un tercio de empleados humanos, un tercio de robots y un tercio de núcleo IT. Así, los trabajadores humanos continuarán aportando estrategia colaborativa, innovación y pensamiento creativo, mientras que los robots ejecutarán los procesos de negocio y el núcleo IT proporcionará la infraestructura tecnológica subyacente, el almacenamiento de datos y la seguridad.
Optimizando, acelerando y expandiendo el trabajo, los trabajadores robots serán clave para la adaptación de las organizaciones. Proporcionarán un motor para el crecimiento sostenible, ayudando a generar metas estratégicas que hagan a la empresa más inteligente, más ágil y eficiente, a la vez que crean más oportunidades de habilidades digitales y roles para los trabajadores humanos.
¿Quieres implantar una fuerza de trabajo digital en tu empresa? Ponte en contacto con nosotros y nuestros consultores especializados en automatización y digitalización te acompañarán en todo el proceso.