Las empresas están tomando cada vez más conciencia de que la transformación digital no es solamente un elemento deseable para aumentar sus niveles de rentabilidad y productividad, sino que se ha convertido en un factor indispensable para hacerse un hueco en un mercado cada vez más competitivo y globalizado. No importa el sector en el que se mueva la empresa, en todos ellos la transformación digital juega un papel destacado y casi siempre fundamental para su éxito e, incluso, su supervivencia.
Actualmente la transformación digital no se circunscribe exclusivamente a la tecnología, sino que implica directamente a todos los empleados y los distintos procesos de trabajo de todos y cada uno de los departamentos que configuran la empresa. Y esto lleva aparejados cambios de gran calado en la propia filosofía, misión y valores de la empresa y en su relación con los clientes, socios y proveedores.
Una vez se ha comprendido lo que significa la digitalización de una empresa en toda su extensión, llega el momento de plantearnos si realmente nuestra empresa está preparada para la transformación digital.
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Las respuestas que obtengamos a las siguientes cuatro preguntas nos pueden ofrecer unas pistas muy fiables sobre nuestro nivel de madurez, de cara a acometer una redirección de nuestra empresa hacia un enfoque mucho más tecnológico.
1. ¿Tengo a mi equipo realmente preparado para la transformación digital?
Hay muchas organizaciones que cometen errores al digitalizarse. La transformación digital tiene mucho que ver con software y sistemas informáticos, por supuesto, pero también con las personas, con los profesionales que, en definitiva, son los que tienen que utilizar estas herramientas de la forma correcta para lograr el éxito.
Antes de empezar una transformación digital en una empresa debemos asegurarnos de que todos nuestros empleados tengan las capacidades, competencias, aptitudes, talento y también las actitudes suficientes para tener el desempeño adecuado. En este sentido existe un rol dentro del organigrama de una importancia extraordinaria: el del líder con la suficiente capacidad para coordinar eficazmente y, sobre todo, motivar al resto.
2. ¿Nuestra empresa está enfocada claramente en el cliente?
Todo cambio que hagamos en la empresa debe tener un enfoque prioritario en el cliente. Esta es la principal clave del éxito. Por lo tanto, la transformación digital de nuestra organización debe tener como objetivos básicos el dar una óptima respuesta a los nuevos requerimientos y demandas de nuestros usuarios, así como el proporcionarles una grata experiencia digital. En ocasiones, puede ser necesario realizar campañas de apoyo e información a los clientes para mejorar sus competencias digitales y que, de esta forma, puedan sacar el máximo partido a nuestros productos y servicios y a los canales de información y comunicación que pongamos a su disposición.
3. ¿Está bien definido nuestro proyecto digital?
En la actualidad, son mayoría las empresas que se han digitalizado a un nivel básico con herramientas de ofimática, software de contabilidad, CRM etc. Por lo tanto, ahora es el momento de dar un paso más y embarcarse en proyectos más complejos y ambiciosos, pero a la vez realistas, que aporten valor al negocio y las diferencien de la competencia. Para ello es necesario planificar con detalle estrategias concretas que en un plazo razonable pueden cristalizar y dar un empuje importante a las organizaciones.
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4. ¿Tengo clara la inversión que se puede realizar?
Aunque, afortunadamente, los costes derivados de la transformación digital se han reducido en comparación con años anteriores gracias, sobre todo, a la aparición de modelos de pago por uso en la nube más asequibles, no cabe duda de que los cambios digitales en una empresa requieren una inversión inicial que debe ser convenientemente valorada y calculada.
Si bien es cierto que la inversión en tecnología suele tener un ROI (retorno de la inversión) positivo a corto o medio plazo, para evitar dar pasos en falso hay que analizar bien cada gasto, planificar y tener en cuenta muchos factores: situación del mercado, previsiones de ventas, ralentización de la economía, problemas sociales y políticos, etc.
En definitiva, la transformación digital es mucho más que una mejora tecnológica, es un proceso de gran alcance y complejo que influye directamente en todos los ámbitos de la empresa, en sus distintos departamentos, procesos de trabajo y empleados. Así mismo, también implica cambios considerables en la relación con los clientes.
Desde GDX Group podemos asesorarte y ayudarte para asegurarte que tu empresa esté preparada para la transformación digital, así como a implementar las distintas herramientas y monitorizar resultados, ejecutando los cambios y mejoras necesarios. Somos una consultora especializada en ofrecer las mejores soluciones de transformación digital en las empresas. Nos avala la experiencia y los magníficos resultados que ya hemos conseguido en infinidad de empresas y compañías, de diferentes tamaños y muy diversos ámbitos y sectores.