ROI son las siglas de Return on Investment o, en español, retorno de la inversión. Se trata de una métrica genérica, es decir, que se puede aplicar a todas aquellas partidas de la empresa que suponen destinar una cantidad de dinero a un servicio o producto. Lo que mide es el retorno o resultados que obtiene una compañía con sus inversiones.
En general, se aplica a partidas tangibles. Las más habituales son las inversiones en marketing, porque tienen un efecto directo en ventas y permiten hacer un cálculo numérico sencillo, aunque también las hay de valores intangibles, como el software, herramientas digitales o la propia marca, que suponen un retorno para las empresas, pero cuya medición es algo más compleja.
Para calcularlo, debemos dividir las ganancias obtenidas entre la inversión realizada. La forma más sencilla de calcularlo es esta:
ROI = (Aumento de las utilidades – Inversión realizada) / Inversión realizada
El resultado se expresa como un porcentaje o relación.
Por ejemplo:
Si invertiste 10.000 € y obtienes 15.000 €, tu ROI es del 50 %, o de 1.5:1.
Expresar el ROI de esta manera te permite comparar distintas inversiones.
Aunque no siempre es tan sencillo. En función del tipo de empresa o del producto de que se trate, es posible que se necesite recurrir a la contabilidad analítica para calcular su ROI. Como decíamos, no solo se calcula sobre las inversiones en marketing, sino teniendo en cuenta todos los costes de la empresa: producción, herramientas, salarios, gestión, etc.
¿Qué beneficios tiene medir el ROI?
Medir el retorno de inversión de tu estrategia o de una inversión concreta tiene unos beneficios claros: justificar la inversión, ayudar a decidir si llevarla a cabo con una estimación o si repetirla, después de conocer los números reales. Si estás invirtiendo dinero en una herramienta, sobre todo si es digital y no se trata de una máquina que produce algo físico, lo más natural es que quieras ver claramente, con cifras, si está rindiendo los frutos esperados o si es capaz de hacerlo.
¿Qué estrategias podemos seguir según lo que nos diga el ROI?
La medición del ROI nos proporciona mucha información sobre el funcionamiento de nuestra empresa y sobre el camino a seguir hacia otra estrategia: la optimización, es decir, la búsqueda de una mayor eficacia para que nuestras inversiones nos den más beneficios.
Se trata de una herramienta excelente a la hora de tomar decisiones, ya que tendremos indicadores claros y comparables, que nos ayudarán a tomar una dirección correcta en nuestro negocio.
¿Qué decisiones podemos tomar a partir de esta información?
Como hemos visto, el ROI es un indicador muy versátil, que se adapta a cualquier inversión que debamos hacer en nuestra empresa. Según la tipología o el sector en el que desarrollemos nuestro día a día, nos servirá para decidirnos por inversiones como, por ejemplo:
- Estrategias de pricing o descuentos
- Campañas de fidelización de clientes
- Correcciones o nuevas implantaciones en procesos internos de la empresa
- Adquisición de herramientas para mejorar flujos de trabajo
Estas dos últimas, posiblemente sean las situaciones más olvidadas en las PYMES, a la hora de implantar nuevas herramientas o modificar procedimientos. Sin embargo, en la actualidad, cuando empresas de todos los tamaños están realizando su transformación digital, invirtiendo en nuevas herramientas y procesos, es un momento clave para conocer el ROI antes de tomar cualquier decisión.
Debemos conocer en todo momento si la inversión que vamos a realizar va a dar como resultado un gran beneficio para nuestra empresa o si, por el contrario, va a ser una inversión que va a reportarnos un beneficio insignificante o, lo que sería aún peor, va a resultar en un gasto que no nos va a compensar en absoluto, aunque a priori todo apuntaba a que iba a suponer una mejora.
Conclusión
El ROI es una métrica imprescindible en la toma de decisiones ante cualquier inversión que vayamos a realizar en la empresa. Precisamente, porque permite dar un seguimiento adecuado a las acciones definidas en la planificación inicial y a las estrategias que pongamos en marcha.
A la hora de implantar una nueva herramienta, tu consultor tecnológico, te presentará un estudio personalizado de tu situación y una estimación del ROI a la hora de digitalizar tu negocio. Incorporar herramientas como un buen gestor documental, optimizar los sistemas de impresión de tu empresa o automatizar procesos administrativos repetitivos mediante herramientas digitales, puede parecer un gasto en un primer momento, pero, calculando adecuadamente el ROI de cada una de estas inversiones, veremos que se trata de algo muy beneficioso para nosotros, convirtiéndose en una de las mejores inversiones. Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a optimizar tu empresa.