Un lector OMR es un dispositivo o un software que analiza la información registrada en un soporte físico y la transforma en datos binarios que pueden ser procesados por un sistema informático. Se trata de una tecnología similar al OCR (reconocimiento óptico de caracteres), pero solamente detecta la ausencia o la presencia de una marca en un lugar predeterminado del documento, sin distinguir la forma exacta de la marca.

Para aclarar aún más el concepto, veamos las definiciones de las tecnologías de reconocimiento más habituales:

• Reconocimiento Óptico de Marcas (OMR): como comentábamos, detecta la presencia o ausencia de una marca, pero no su forma.
• Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR): convierte caracteres alfanuméricos impresos en caracteres capaces de ser interpretados o reconocidos por un sistema informático.
• Reconocimiento Inteligente de Caracteres (ICR): convierte caracteres escritos a mano (preferiblemente en letra de imprenta) en caracteres capaces de ser interpretados o reconocidos por un sistema informático.

Orígenes del lector OMR

Los dispositivos OMR tiene sus orígenes en las tarjetas perforadas que, a finales del siglo XIX, se utilizaron en Estados Unidos para elaborar los censos de población. En estas tarjetas, las marcas se sustituían por perforaciones realizadas en el soporte papel o cartón.

Paulatinamente, se sustituyeron las tarjetas perforadas por formularios con marcas realizadas a lápiz o con tinta. La lectura de las marcas se realizaba en un primer momento mediante un sensor que leía las marcas midiendo la conductividad eléctrica del grafito en el papel, usando unos pinceles de alambre que recorrían la página. Posteriormente, ya en 1955 se presentó el primer escáner, sistema que obtuvo un gran éxito como soporte a las evaluaciones y exámenes llevados a cabo en los centros educativos.

¿Cómo funciona un lector OMR?

En la actualidad, el reconocimiento de marcas ópticas se realiza a través de escáneres, mediante un software que puede ofrecer también otras funcionalidades, como el análisis de los resultados y la exportación de los datos para ser procesados por otras aplicaciones informáticas. Veamos cuáles son los pasos de un proceso estándar de captura de los datos.

Importación de imagen

El software de reconocimiento puede recibir la información tanto a través de un escáner en diferentes formatos (TIFF, JPEG, PDF…), como a través de documentos creados digitalmente.

Preprocesamiento de imágenes

En esta fase se aumenta la calidad de la imagen para mejorar la precisión de la lectura de las marcas.

Análisis de documentos

Con algoritmos basados en inteligencia artificial, el lector de marcas ópticas analiza la distribución de cada página y la estructura del documento en conjunto. Este proceso define las áreas de reconocimiento del texto y ofrece información sobre la distribución y los elementos de formato para la reconstrucción del documento final.

Reconocimiento

El sistema extrae con la máxima precisión las marcas de verificación (OMR). También puede extraer códigos de barras (OBR), así como caracteres (OCR e ICR). Mediante la creación de patrones de reconocimiento propios, los desarrolladores pueden mejorar la precisión de reconocimiento de las marcas o caracteres de que se trate en cada proyecto concreto.

Exportación del texto y reconstrucción del documento

El software de reconocimiento ofrece numerosas posibilidades a la hora de exportar los resultados del análisis: documentos de texto, XML, PDF y PDF/A y documentos editables de Microsoft Office, entre otros.

¿Cuál es la utilidad hoy de un lector de marcas ópticas?

Aunque se trate de una tecnología muy antigua, todavía conserva su vigencia para capturar datos en la actualidad. Entre sus posibles usos encontramos:

• Encuestas
• Exámenes y evaluaciones
• Recopilación de datos
• Evaluación de productos
• Formularios de sugerencias
• Inventarios
• Calendarios
• Formularios de suscripción

¿Qué beneficios puede aportar un lector OMR a la empresa?

La principal ventaja de los lectores ópticos de marcas es el ahorro de tiempo que proporcionan a aquellas entidades que los utilizan. Supongamos el caso de una empresa cuyos empleados deben rellenar diariamente partes de trabajo, que luego se introducen manualmente en un sistema informático. Este tipo de procesos ocupan muchísimo tiempo, aportan muy poco valor y, además, son muy propicios a acumular errores. Mediante un lector OMR es posible elaborar un formulario y automatizar completamente la introducción de los datos. Repasemos los beneficios de utilizar este tipo de sistemas:

• Resultados inmediatos
• Transparencia
• Reducción del número de errores en la introducción de los datos
• Devolución de los datos en el formato requerido para su análisis posterior con otra aplicación

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